viernes, 30 de noviembre de 2012

Respuesta a un amigo

Hace tiempo que quería escribirte, pero no tuve cómo llamarte y usted tampoco lo hizo. Y es que lo que debo decirte no se escribe en 140 caracteres, sino mucho más.

Estimado amigo, me halagó su invitación a formar parte de una banda cristiana, lo cual en otro tiempo lo hubiese aceptado inmediatamente, ahora tuve que pensarlo un tanto más.
Como bien me dijo, las ocupaciones y el tiempo no suenan entre personas como usted y los demás miembros de la banda como excusa, pues todos están copados. Sin embargo, me bastó con reorganizar no sólo mis ocupaciones y tiempo, sino también las prioridades y recursos, los que ya están siendo ocupados en la obra de nuestro Señor.

No tenía planeado contarle las cosas de esta manera, pero a pesar de eso, me pareció buena alternativa, después de todo. Así que sin más le vuelvo a agradecer su llamada, pero tengo que decirle que no.
"Tengo que", pues yo le conozco y es una persona que considero amiga, leal y, no sé, es una de esas personas que se nota "cree en el Señor con su corazón".

Así que puede darse cuenta también que no es sin una cuota de dolor el rechazarle en esta ocasión. Tal vez tu puedas comprenderme, pues en el caminar del cristiano (aunque es un gozo), también hay dolor, cosas que dejar atrás que van moldeando en el proceso de santificación de Dios con uno.
Somos tratados mal a veces, otras seguramente que nosotros también lo hacemos. Esperamos tomar las mejores decisiones en pos de Cristo, pero creo que muchas veces nos equivocamos, aunque si Dios lo permite debe ser que lo tiene contemplado y nada se escapa de Su soberanía.

Hemos decidido trabajar en obras que están más a nuestra mano (más cercanas) a nosotros, como son la familia, compañeros de estudio-trabajo, amigos y aunar esfuerzos en la iglesia en la que participamos.
Aunque también participo en la alabanza en la iglesia Uno, mi corazón se ve movido a observar mi alrededor y valorar las relaciones humanas que últimamente nos han sido dificultosas por estar sanando heridas.
¿Y no es acaso que en la familia, compañeros, amigos e iglesia hay muchas heridas que Jesús quiere sanar a través de la comunión unos con otros?

Como le conté, quisiera verle a usted y su esposa para que nos conozcamos mejor. Finalmente rechazo el formar parte de la banda porque buscaba ser un proyecto a través del tiempo y no puedo aceptar eso hoy. Ya formo parte de la alabanza de la iglesia y a esta pretendo dar toda mi energía en cuanto a la música. Por demás, ya he evidenciado que Cristo ha sensibilizado mi corazón en otros aspectos que pasan a llenar, junto con el grupo de alabanza, todo espacio. Por eso no rechazo su amistad, el compartir con ustedes, sino que espero que efectivamente se realice.


Espero pueda comprender las razones y disculpar las posibles molestias por la negativa y la tardía respuesta.

Dios bendiga tu caminar, a tu familia, tus proyectos, tus amistades y que puedas ser luz en cada lugar que vayas.


Atte. Pablo Epul

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